¿Qué es el consentimiento?
Edad sugerida: 16 años a +
Últimamente escuchamos mucho sobre la importancia del consentimiento. El consentimiento, en general, es estar de acuerdo en hacer algo y el consentimiento sexual es lo mismo solo que en el ámbito sexual. Todas las personas involucradas deben estar de acuerdo en hacerlo.
Dar consentimiento es hacer entender a la otra persona que SÍ quieres hacer algo. Para darlo, se requiere hablar, preguntar y responder. Así como lo das, también lo puedes quitar. ¿Cómo? Muy fácil: diciéndole a la otra persona que ya no quieres.
Para que el sexo sea seguro, ambos deben estar de acuerdo durante toda su interacción. Además, el sexo no es solo penetración, el consentimiento se tiene que dar en todo tipo de prácticas sexuales.
Ten claro que…
- El consentimiento puede cambiar cuando tú lo decidas: puedes quitarlo en cualquier momento que quieras. Solo porque dijiste que SÍ en algún momento, no significa que estás obligada/o a seguir haciendo algo que no se siente bien. El hecho de que alguien haya accedido a algún tipo de acto sexual en el pasado no significa que vaya consentirlo de nuevo, ni que esté obligado a hacerlo.
- Debe ser libre y voluntario: Si has dicho que sí al sexo oral, eso no significa que automáticamente has dicho que sí al sexo vaginal. Si has dicho que sí una vez, eso no significa que automáticamente has dado consentimiento de hacerlo de nuevo en el futuro.
- Es responsabilidad de ambos: Seguramente has escuchado que «el hombre avanza hasta donde la mujer le permite», pero eso es completamente falso. Todas las personas que realizan una actividad sexual son igualmente responsables de poner límites.
Dar consentimiento
Cuando das consentimiento, debe de ser porque en verdad lo quieres SIN sentirte presionada. En el libro «Consent«, la doctora Jennifer Lang recomienda que si alguien quiere tener algún tipo de interacción sexual contigo y te pide tu consentimiento, antes de darlo, te preguntes lo siguiente:
- Si esta persona es un adulto/a, ¿tú también lo eres? Si ambos tienen menos de 18, ¿hay una diferencia de edad muy grande entre ustedes?
- ¿Estás bajo los efectos de drogas o alcohol? ¿Te sientes mal o extraña/o?
- ¿Estás segura que la otra persona va a respetar tus límites?
- ¿Si dices que sí, es porque quieres decir que sí o porque tienes miedo de decir que no?
- ¿En verdad quieres hacer lo que te pide? ¿Ambos/as van a disfrutarlo?
Muchas veces callamos por complacer a la otra persona. Si vemos que a la otra persona no le está gustando lo que estamos haciendo (por muecas, expresiones, su tono de voz, etc.) debemos parar y preguntar si todo está bien. Recuerda que el silencio NO es consentimiento.
Importante:
Ser la pareja de alguien, no hace que el consentimiento sea innecesario o automático. Que alguien te ame o diga que te ama no significa que tenga tu consentimiento sexual o que tú tengas el suyo. Que decidas tener un vínculo amoroso con otra persona no implica que le «deba» una relación sexual o acto con el que no me sienta cómoda/o.
Es común, pero lamentable, haber escuchado frases como: “no dijo que no”, “habíamos bebido mucho”, “lo iba pidiendo por la ropa que llevaba” o “hay que ser más tajante”, y son frases que la gente suele usar para intentar hacer caso omiso a los límites del consentimiento sexual, culpando a las víctimas y quitando la culpa a los agresores del delito que han cometido.
Dentro de la intimidad de dos personas, es importante estar activamente de acuerdo con realizar actividades de índole sexual con una persona. Esto es a lo que llamamos consentimiento sexual. Dicha acción le indica a la otra persona que deseamos tener relaciones sexuales y esto debe ser entusiasta, fuerte y claro.
La falta de un NO, no es un sí entusiasta. Si quieres saber más sobre el consentimiento, revisa nuestro artículo de deseo entusiasta.
Fuentes:
Lang J. (2018).»Consent, the new rules of sex education». Publicado por: Athea Press