Muchas veces cuando dependemos emocionalmente de alguien no siempre somos conscientes de esto. Generalmente tenemos miedo, miedo de estar solas/os, miedo de qué será de nosotras/os sin la otra persona, miedo de cortar una relación (de cualquier tipo) porque si lo hacemos, creemos que estaremos en peligro o nos quedaremos solas/os para siempre. La dependencia emocional puede ser como la dependencia de una droga. Cuando la relación se corta, la persona dependiente puede sufrir ansiedad, depresión y mucha angustia.

Estas son tres maneras en las que podemos estar sufriendo de dependencia emocional:

1. Dependencia emocional de nuestra pareja:
   Este tipo de dependencia emocional es MUY común y está disfrazada en nuestra sociedad como “amor verdadero” o “romance”; por eso, es muy peligrosa. Sucede cuando sentimos que nuestra vida no tendría sentido si nos separamos de nuestra pareja. No realizamos actividades sin ella/el, porque necesitamos hacer absolutamente todo juntos. Con el paso del tiempo, nuestra pareja se convierte en el centro de nuestra vida y ya no nos valemos por nosotras/os mismas/os, sino que existimos en función de la otra persona.
   Estar en una relación así puede ser muy tóxico. Nos puede hacer olvidar de qué cosas somos capaces de hacer por nuestra cuenta, ya que mientras más dependemos, más sentimos que no servimos para nada y que necesitamos a la otra persona para existir. Así, tenemos tanto miedo de perder a esa persona que podemos volvernos celosas o sumisas, y tener comportamientos tóxicos. Si bien es muy difícil reconocer que nos encontramos en este tipo de dependencia emocional, es importante hacerlo para poder salir de eso. Hay que hacernos la pregunta: ¿necesitamos a la otra persona para ser felices, hacer cosas y vivir? O, por lo contrario, ¿decidimos compartir nuestra felicidad, las cosas que hacemos y nuestra vida con otra persona?
   Recuerda que solo te necesitas a ti misma/o para ser feliz, que solo tú puedes cumplir tus metas y solo tú puedes tomar tus decisiones de vida. Para poder dar amor, primero tienes que amarte mucho a ti misma/o.
2. Dependencia emocional de nuestra familia:
   Este tipo de dependencia emocional sucede cuando sentimos que nuestra familia es el único refugio que tenemos y lo único que nos puede dar protección. Tenemos miedo del mundo externo y creemos que si nos quedamos muy cerca de nuestros familiares, evitaremos esos peligros. Así, no desarrollamos confianza en nosotras/os mismas/os y no nos atrevemos a enfrentar retos por nuestra cuenta. OJO, que tu familia te apoye, te dé seguridad, te escuche, esté para ti en las buenas y en las malas, NO significa que eres emocionalmente dependiente. Sin embargo, si sientes que no puedes hacer nada sin que ellos te den su aprobación o que hagan las cosas por ti, entonces quizás estás experimentando este tipo de dependencia emocional. Si crees que estás pasando por esto, trata de ponerte pequeñas metas en las que logres tus objetivos sin la ayuda de nadie. También puedes pensar en tu plan de vida e imaginar qué te gustaría lograr en el futuro, por ti misma/o.
3. Dependencia emocional de nuestro entorno social:
   Este tipo de dependencia emocional se da cuando sentimos una excesiva necesidad de ser reconocidos o aprobados por nuestros amigas/os y haríamos todo lo que fuese necesario por obtener dicha aprobación. Es común que nos volvamos personas muy sumisas para que no nos rechacen o inclusive invisibles, para no generar tensiones. Por ejemplo, si en el colegio tienes mucho miedo de que tu grupo te excluya o te rechace, y estás cambiando tu manera de ser para encajar, o estás dejando de dar tu opinión para que no les moleste a las demás, quizás estás experimentando este tipo de dependencia emocional. Tranquila/o, a todas nos ha pasado en algún momento porque la adolescencia es una etapa difícil, llena de inseguridades y bajones. Te recomendamos evaluar qué amistades son incondicionales y qué amistades te están haciendo cambiar solo para obtener su aprobación. No te preocupes si te alejas de algunas amigas, a veces es para bien. Vas a encontrar a personas que quieran ser tus amigas/os de verdad, tranquila/o.

¿Por qué me pasa esto? ¿Cómo salgo de una relación emocionalmente dependiente?

En realidad se puede dar por muchos factores, el más común es tener una baja autoestima. Esto quiere decir que no sabemos de qué somos capaces o creemos que tenemos poco valor. ¡Eso es una gran mentira! Todos somos personas increíbles, inteligentes, fuertes y valiosas. Valoremos nuestras fortalezas y reconozcamos nuestras debilidades para trabajar hacia ser mejores.

No tengamos miedo de expresarnos y de dar nuestra opinión, porque calladitas/os no nos vemos más bonitos. Lo importante es creer en nosotras/os mismas/os e intentar.