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¿Cómo impactan las redes sociales en la imagen corporal?

Edad sugerida: 14 años a +

Actualmente, todas/os hacemos uso de las redes sociales, en mayor o menor medida. Dichas herramientas son útiles para comunicarnos, informarnos o simplemente entretenernos.

A pesar de la utilidad de las redes, el uso excesivo de las mismas se ha asociado con estados de ansiedad, depresión y estrés. Por ello, desde Juntas recomendamos hacer un uso consciente e inteligente de dichas plataformas.

¿Qué es la imagen corporal?

La imagen corporal es el conjunto de pensamientos y emociones que tenemos sobre nuestras propias características físicas.

Al momento de percibir nuestro peso, tamaño y composición corporal podemos subestimar o sobreestimar nuestras características. La percepción que tengamos sobre nosotros mismos nos generará emociones en relación a nuestro cuerpo, que pueden ser adaptativas o desadaptativas. Finalmente, nuestra conducta se guiará en base a nuestra percepción y emociones sobre el propio aspecto físico.

¿Cómo se relacionan las redes sociales y la imagen corporal?

Las redes sociales muchas veces nos muestran un estilo de vida o ideal de belleza que podría resultar inalcanzable para la mayoría de personas. Por ello, al compararnos el resultado es un sentimiento de insatisfacción con la propia imagen.

Los likes y comentarios en nuestras publicaciones funcionan como recompensas para nuestro cerebro. Tener muchos likes y comentarios podría favorecer nuestra autoestima y autoconcepto. Pero, obtener una respuesta neutra o menor a la esperada podría generar decepción y frustración, especialmente en personas cuya autoestima se encuentra deteriorada.

Aspectos a recordar sobre las redes sociales y la imagen corporal:

  1. Las personas que vemos en Instagram o TikTok parecen cercanas, pero no lo son. Las redes sociales se encuentran diseñadas para sentirse naturales y espontaneas. Por ello, pareciera que las personas que vemos «son como nosotras/os» porque comparten nuestra edad, gustos y/o viven en nuestra ciudad. No obstante, dichas personas provienen de un contexto diferente al nuestro, sus experiencias de vida y posibilidades económicas podrían ser muy distintas a las nuestras, así que compararnos con ellas/os no resultaría equitativo ni saludable para nosotras/os.
  2. No creas todo lo que ves. Una foto y/o video no representa la realidad de una persona. Actualmente hay diversas aplicaciones con las que es posible modificar el rostro y el cuerpo una persona. Por lo tanto, tampoco resulta equitativo compararse con una imagen que no existe.
  3. La forma de nuestro cuerpo es mayoritariamente genética. Podemos hacer la misma dieta y ejercicios del influencer que nos gusta, y aún así obtener resultados diferentes o probablemente ningún resultado, debido a que cada cuerpo es diferente. Debemos tener mucho cuidado con la información que recibimos acerca de la salud y alimentación, ya que debemos prevenir el desarrollo de un Trastorno de la Conducta Alimentaria.
  4. Tengamos cuidado con las personas que seguimos. El cuerpo, la nutrición y la salud son temáticas delicadas, por lo que no podemos recibir tips de personas que no son especialistas en dichos temas.

 

Escrito por:

Isabela Reyes Gonzales
Estudiante de Psicología de la Universidad de Lima.