Salir de una relación de violencia no es fácil pero es un gran paso para lograr tu propio bienestar. Sin embargo, todavía hay un camino por recorrer para poder sanar esas experiencias. Quizás te preguntes por qué aún sientes emociones no placenteras, como ansiedad, miedo o enojo, o incluso síntomas físicos, como gastritis o vaginosis. Estos síntomas son parte de la respuesta de tu cuerpo y mente a la situación o repetidas ocasiones de violencia, también llamada trauma. ¿Qué puedes hacer para lidiar con estos síntomas para poder construir relaciones saludables en el futuro? A continuación, te brindamos tres recomendaciones.

Edúcate sobre el trauma, la violencia y las relaciones saludables ?

Leer o ver documentales pueden ser una fuente de información y también de apoyo. Entender cómo funciona el trauma, qué efectos tiene en tu cuerpo, cómo cambia la estructura de tu cerebro y tu forma de relacionarte con el mundo puede ayudarte a darle sentido a tu propia experiencia. Además, conocer sobre violencia y relaciones saludables puede serte útil para identificar “banderas rojas” (¡o “verdes”!) en una próxima relación.

Inicia un proceso terapéutico informado en trauma ?

Lamentablemente, muchas personas han pasado por situaciones similares a la tuya. Tanto así, que existen tipos de terapia específicas para ayudarte a sobrellevar un trauma. El enfoque informado en trauma busca darle importancia a tu experiencia, brindarte técnicas para regular tus emociones, síntomas físicos y conductas disfuncionales. Incluso, si sientes que no puedes hablar del tema, existen terapias como el EMDR donde no necesitas hablar explícitamente de tu experiencia para alcanzar los objetivos.

Comunícate con tu pareja ??

Haber estado en una relación de violencia puede hacerte sentir miedo sobre relaciones futuras. Sin embargo, es posible construir nuevas relaciones saludables. Cuando estés preparada/o para ello, es importante que te comuniques con tu pareja para establecer límites si hay ciertas conductas o palabras que te afectan especialmente o si simplemente no son saludables. No estás obligada/o a contarle sobre tus experiencias, pero si así lo deseas, tu nueva pareja podría convertirse en una figura de apoyo en tu proceso de sanación.

Escrito por:
Daniella Liendo Romero
Psicóloga Educativa por la Pontificia Universidad Católica del Perú