La explotación sexual es un tipo de trata de personas. Consiste en un delito por el cual una persona es forzada o engañada a realizar actos sexuales a cambio de un beneficio, como comida, ropa, alojamiento, trabajo, drogas o hasta medicinas.

Por ejemplo…

La familia de Camila tuvo que cerrar su negocio durante la pandemia. Ahora, ella nota que les falta dinero, por eso empieza a buscar un trabajo. En internet, encuentra una oferta donde buscan a chicas jóvenes que puedan mudarse a Chile por unos meses. Después de aplicar, la llaman para una entrevista telefónica y obtiene el trabajo. Le indican que el viaje será por bus y le dan una fecha para que se presente. Ese día, conoce a otras chicas en la misma situación. Sin embargo, cuando llegan, las fuerzan a ser trabajadoras sexuales. Camila quiere regresar a su casa, pero la amenazan con hacerle daño a su familia. Otra chica, Natalia, decide quedarse porque realmente necesita el dinero.

Las víctimas

En nuestro ejemplo, Camila y Natalia son víctimas de explotación sexual. Si bien este delito es más común entre mujeres y niñas, las víctimas pueden ser de cualquier género, país o cultura. Algunas personas pueden creer que Camila fue muy ingenua, o que Natalia “decidió” quedarse. Pero, recuerda, el consentimiento solo cuenta si es libre e informado, por tanto ni ellas ni ninguna víctima tiene la culpa de serlo.

Las/os explotadoras/es

Al igual que en el caso del abuso sexual, solemos creer que las/os explotadoras/es son personas desconocidas, visiblemente malas o agresivas. En realidad, pueden ser incluso alguien en quien confiamos, como un familiar, amiga/o, pareja o persona de confianza. Son personas que se aprovechan de las necesidades económicas, la nacionalidad, o el pasado de alguien para forzarla, amenazarla o aprovecharse.

Denunciar la explotación sexual

La explotación sexual es un delito que puede y debe ser denunciado. En el Perú, puedes denunciar este y otros tipos de trata de personas (como trabajo forzado, venta de niñas/os o adolescentes, explotación laboral, o tráfico de órganos) a través del Ministerio del Interior. Puedes acceder en este link.

Escrito por:

Daniella Liendo Romero

Psicóloga Educativa por la Pontificia Universidad Católica del Perú