a sexualidad es una parte bastante importante de nuestra identidad y nuestra vida por lo que normalmente es un tema que podríamos ver en una sesión terapéutica.

Uno de los consejos más importantes cuando hay un tema -ya sea el sexo o cualquier otro- que te inquieta hablar con un terapeuta es ser sincera/o. Puede existir la tentación de ser un «buen» paciente y evitar conversar sobre temas que se sientan incómodos o como si fueran «demasiado». En otras palabras, puedes acabar ocultando todas las piezas desordenadas de ti misma/o para las que estás en terapia en primer lugar.

Aquí dejo unas ideas importantes:

• Una preocupación común es que el sexo es un tema inapropiado para la terapia. Pero por lo contrario es exactamente el lugar para sacar los sentimientos complejos y, en general, no hay realmente temas que sean inapropiados para plantear con un/a terapeuta.
• Dado que muchos problemas de salud mental se cruzan con la sexualidad de alguna manera -incluyendo problemas con la libido, las relaciones y la autoestima-, las probabilidades de que seas la primera persona en sacar el tema del sexo son extremadamente bajas.
• Existen terapeutas especializadas/os en sexualidad. También, hay terapeutas que trabajan en «sexo positivo», o que indiquen que trabajan con poblaciones queer, kinky o poliamorosas, ya que de seguro tendrán mayor experiencia en la discusión de estos temas.
• Si parte de tus sentimientos sobre el sexo están ligados a una violencia sexual, busca un terapeuta especializado en trabajar con ello.

Pero si hablar sobre sexo con tu terapeuta te cuesta, una de las soluciones más sencillas es escribir todo lo que sientes en una nota y dársela o leérsela a tu terapeuta. También, puedes enviarlo a través de un mensaje antes de la sesión. Esto puede hacer que te sientas menos presionada/o y te da la oportunidad de articular sentimientos complicados o difíciles a tu propio ritmo.

No olvides que tienes derecho de terminar una relación terapéutica cuando desees. Si tu terapeuta te hace sentir vergüenza o no te hace sentir segura, es una señal de que no es una buena opción para ti y querrás ver qué otras opciones hay disponibles.

Escrito por:

Deborah Kern

Bachiller en Comunicación para el Desarrollo por la Pontificia Universidad Católica del Perú

Actualizado por:

Equipo Juntas, agosto 2022